domingo, 18 de noviembre de 2012

Mucho más que un legado.



Hoy me van a permitir que me tome la licencia de hablar en primera persona, como Dácil y no como administradora virtual de Chelys Odalys.


Cuando una ha decidido dedicar su tiempo libre a una actividad tan bonita, pero a la vez tan exigente, como es la Música amateur, a veces te asalta la pregunta ¿por qué? En mi caso tengo que trasladarme al año 1997, cuando apenas contaba 15 años, y aunque me creía muy adulta lo cierto es que era una niña que no tenía claro qué hacer con su vida. Las diferentes causalidades (sobre todo mi amistad con una de las mejores personas que he conocido, Noemi Díaz Hernández), me llevaron a entrar en la Coral Carl Orff de la Escuela de música de Vecindario (hoy en día desaparecida).

Nunca había imaginado que un grupo de personas unidas por la Música podían hacerme vivir momentos tan felices, y algunos tan amargos. De entre todas esas personas, conocí al que seria más que un Director, un Padre musical (parafraseando a un compañero), don Francisco Brito Báez. Sus enseñanzas trascendían lo puramente musical, te enseñaba a ser mejor persona porque él era tu ejemplo.

Muchos de los que tuvimos la suerte de ser sus alumnos y alumnas, seguimos unidos de alguna forma a la Música, y a la Cultura en general. Algunos de ellos están preparando (o van a participar) en un sentido y emotivo homenaje a su obra, que consiste en la edición de su Stabat Mater. Cuyos artífices son José Brito López (hijo del Maestro), Rafael Sánchez Araña y Victoriano Santana Sanjurjo.

Portada del tomo I

La presentación del primer tomo de la obra se realizará el próximo 27 de diciembre en el Paraninfo de la ULPGC, en cuyo acto se llevará a cabo la interpretación del mismo por parte de un coro participativo, entre los que se encontrarán varias componentes de Chelys Odalys.


Estoy segura de que tendrá el gran éxito que se merece, ya que es un trabajo hecho con el corazón y desde el sentimiento más honrable del mundo, el agradecimiento. Desde aquí, también me gustaría darle las GRACIAS, por enseñarme a amar la Música y por ser ese porqué que a modo de pregunta iniciaba este texto. Siempre en mi corazón y en mi voz, don Francisco.

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