Termina el primer fin de semana de ensayos en el Alfredo Kraus con una sensación agridulce. Por un lado la alegría de reencontrarnos con compañeros, la satisfacción por el trabajo realizado, y el placer de poder trabajar con un DIRECTOR (en mayúsculas) tan ameno y dinámico. Del otro lado, la pena de saber que Alfred Cañamero no podrá dirigirnos en los próximos ensayos.
Sin duda ha sido una gran experiencia compartir estos dos días, y hemos aprendido muchas cosas que pondremos en práctica el 16 de diciembre GRACIAS a él.
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